Queridos Padres y/o Madres, Apoderados.
Les escribo, porque recién hoy, viernes 17 cumplimos dos semanas de clases, donde hay un proceso de adecuación, acomodación y de reforzamiento de conductas necesarias para reiniciar el proceso educativo
Lamentablemente, estamos viviendo un nuevo periodo social y cultural, donde las situaciones ya no se conversan y esto, en muchos casos se ha transmitido a nuestros hijos e hijas; por ende, a nuestros y nuestras estudiantes. Lo señalo porque necesitamos de ustedes para ayudar a evitar situaciones que atenten a la integridad de la persona. Reforzar, por favor, en sus hijos e hijas, que las diferencias no se arreglan agrediendo física, verbal y psicológicamente. Debemos mejorar las interrelaciones a todo nivel y extirpar el bullying en nuestro colegio.
El establecimiento no puede formar valores; los refuerza, porque es tarea de los principales y primeros educadores que son los Padres y Madres. Sin el trabajo conjunto no podemos modificar conductas que no son acordes al perfil de estudiante de nuestro colegio. Necesitamos que conversen como familia constantemente y que transmitan que el diálogo es la solución a cualquier problema. Somos personas de Fe y debemos testimoniar lo que sentimos.
Contamos con un excelente Equipo en Formación y Convivencia, integrado por Psicólogas, Orientadores, Coordinadores que están atentos y dispuestos a atender las situaciones de conflicto aplicando el protocolo que corresponde a la instancia vivida. Esto no es rápido, es un proceso. Trabajar con personas y personitas es lento y complejo; más aún en una institución de más de mil ochocientos estudiantes cuyos cursos no bajan de cuarenta y cinco. Tampoco se trata de agregar más personal, porque, así y todo, siempre el que quiere discutir o agredir buscará el momento y la oportunidad.
Lamentablemente, no hay institución educativa alguna que evite los conflictos en los colegios. La Superintendencia de Educación recibe la denuncia de quién la desea realizar, pero no acompaña, no da lineamientos; sanciona con dinero que es de los estudiantes. Lo señalo, porque, en ocasiones, con la molestia del hijo o hija dañada, creemos que se sancionará a la persona y no es así. Les explicamos esto, porque deben saber que a parte de quitar el dinero que es de los insumos de los propios estudiantes; es el colegio junto a ustedes quienes debemos velar por mejorar el ambiente educativo al interior del colegio y mejorar todo aquello que hace daño.
Reitero, tener paciencia en este inicio escolar y buscar soluciones en forma compartida. Dios es testigo que quienes trabajamos en este maravilloso colegio lo hacemos con entrega y vocación, buscando siempre lo mejor para nuestros y nuestras estudiantes.
AFECTUOSAMENTE
MARISOL MELÉNDEZ B.
DIRECTORA